TIPO DE TEXTO: Narración con diálogos en estilo directo e indirecto.
TEMA: Un espía es testigo de una conversación muy interesante y luego la transmite a otra persona en tiempo pasado.
ESTRUCTURA: 1) Planteamiento: narra brevemente la situación en que se encuentra el espía. 2) Nudo: 1°Transcripción en estilo directo del diálogo que escucha. 2º El espía transcribe a su jefe la conversación en pasado y en estilo indirecto. 3) Desenlace: Inventa un final para la narración.
El estilo directo y el estilo indirecto son dos formas de contar lo que otro ha dicho.
Con el estilo directo reproducimos el mensaje literalmente, tal como lo hemos oído. Para ello, usamos los dos puntos. El mensaje que queremos reproducir debe ir entre comillas. Si se trata de un diálogo, usaremos guiones.
-Bebo -respondió el bebedor, con aire lúgubre.
-¿Por qué bebes? -le preguntó el principito.
-Para olvidar -respondió el bebedor.
-¿Para olvidar qué? -inquirió el principito, que ya lo compadecía.
-Para olvidar que me da vergüenza -confesó el bebedor, bajando la cabeza.
-¿Vergüenza de qué? -se informó el principito, que deseaba socorrerlo.
-¡Vergüenza de beber! -concluyó el bebedor, encerrándose definitivamente en el silencio.
Y el principito, perplejo, se marchó.
"No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas", seguía diciéndose para sí el principito durante su viaje.
El Principito, Cap. 12, Antoine de Saint Exupery
Con el estilo indirecto contamos lo que el otro ha dicho con nuestras propias palabras. No necesitaremos comillas o guiones, pero sí tendremos que emplear la conjunción que. Además, tendremos que hacer cambios en tiempos verbales y quizá en otras palabras que necesiten ajustarse.
El principito encontró a un bebedor instalado ante una montaña de botellas vacías y otra de botellas llenas y le preguntó qué hacía. El bebedor le contestó que estaba bebiendo. El principito quiso saber por qué y él le dijo que bebía para olvidar. El niño, compadecido, se interesó en qué era lo que quería olvidar. El bebedor le respondió que quería olvidar que tenía vergüenza. Deseando socorrerlo, el principito insistió en conocer el motivo de aquella vergüenza. Y aquel pobre borracho le confesó que lo que le avergonzaba era, justamente, beber. Después de esto, se encerró definitivamente en su silencio. El principito se marchó perplejo, diciéndose que las personas mayores sin duda muy extrañas.
Como te habrás fijado, al transcribir un diálogo en estilo indirecto, sobre todo si es pasado, hay que hacer algunos ajustes, especialmente en los tiempos verbales. En algunos casos habrá que cambiar también otros elementos, por ejemplo:
“Yo ya estoy aquí” / Ella dijo que ya estaba allí.
También habrás visto que es necesario buscar sinónimos para no resultar excesivamente repetitivo con los verbos. No debemos usar solo preguntó, dijo, respondió, sino variar: preguntó, quiso saber, se interesó, insistió en conocer... Y también dijo, contestó, respondió, confesó....
Y, finalmente, debes fijarte muy bien en cómo se usan los guiones en un diálogo. Cada vez que habla un personaje hay que empezar en una línea nueva y poner un guión. Y si, después de las palabras de este personaje interviene el narrador, debemos usar otro guión para cambiar del discurso de uno al discurso del otro.
✏️✏️✏️
La tarea de la redacción semanal es inventar una historia donde usemos un diálogo con guiones en estilo directo y, posteriormente, una transcripción de ese mismo diálogo, pero narrado en estilo indirecto. El protagonista será alguien que, por casualidad o voluntariamente, asiste a un diálogo muy interesante y luego lo comunica a otra persona.
Algunas ideas para la historia: una persona de la limpieza que oye casualmente una información política de mucha importancia, un periodista del corazón que se entera de un cotilleo jugoso, alguien que sin querer es testigo de un encuentro entre extraterrestres, una niña que está jugando y escucha a unos ladrones de banco explicar dónde han escondido el botín, un soldado que se hace el muerto y oye los planes del enemigo, un detective disfrazado de camarero que, mientras sirve la mesa, atiende a la conversación entre dos peligrosos delincuentes, un joven que escucha hablar a unas vecinas y descubre un secreto bien guardado de su propia familia, alguien que, dentro de un cuarto de baño de un bar, oye a sus amigos hablar mal (o muy bien) de él... O cualquier otra idea que se os ocurra. En la famosa novela de Stevenson La isla del tesoro en el que Jim, el niño protagonista, que está dentro de un barril de manzanas, asiste, sin ser visto, a una conversación entre algunos miembros de la tripulación del barco, que resultan ser piratas que están planeando un motín.
Ejemplo:
COMPLOT EXTRATERRESTRE
Siempre me pareció muy raro mi vecino: era el típico científico loco, siempre despistado y ausente, bastante antipático con nosotros, los niños, porque hacíamos ruido corriendo por el pasillo y las escaleras. Pero pensé que era totalmente inofensivo hasta la noche de Halloween en que, jugando al escondite con mis hermanos, me metí en un lugar en que jamás me encontrarían: una casetilla que había en la azotea donde estaban los cuadros eléctricos. Estaba allí esperando en silencio, cuando oí unos pasos que se acercaban. “Qué pronto me han encontrado”, pensé. Para mí sorpresa, no eran mis hermanos, sino alguien que cerró la puerta de la azotea con llave y se dirigió a los cuadros de la luz. Yo me metí en el rincón más oscuro del cuartucho y el vecino, porque era el vecino científico, no me vio. Allí enchufó un aparato muy raro, manipuló unos botones y comenzó a hablar por radio:
-Aquí el planeta Tierra, siervo Jota Jota Tres. Espero tu mensaje, oh amo.
-Terrícola, hoy es una noche especial en tu planeta y tengo una misión para ti. Debes insertar varios microchips más en cerebros humanos. Son muy importantes, porque nos permitirá introducirnos en los principales puestos de poder del planeta sin que tus congéneres se den cuenta. Tendrás que escoger a gente muy principal, que tenga acceso a los secretos mejor guardados de tu planeta. No temas matar si es necesario. Te protegeremos. Y te recompensaremos cuando lleguemos al mando...
-Amo, tu siervo no te decepcionará.
Mi vecino salió del cuartillo y se fue. Yo estaba temblando y no me atrevía ni a moverme. Al rato oí de lejos a mis hermanos llamándome, buscándome por todas partes. Bajé, completamente pálido y me encontraron por la escalera. Yo les conté lo que había pasado, les dije que el vecino era un ayudante de los extraterrestres y que estos le habían pedido que hiciera una misión. Les expliqué que le habían encargado que insertara microchips en los cerebros de los hombres más poderosos del planeta para poder acceder a nuestros secretos y dominarnos. También les revelé que el vecino les había dicho que sí y se había mostrado muy sumiso con los extraterrestres, que le habían prometido que le recompensarían... Y lo que era peor: le habían asegurado que podía matar sin preocuparse, porque lo protegerían de todo lo que hiciera...
Por supuesto, nadie me creyó. ¿Quién me iba a creer a mi, un niño, la noche de Halloween? Pero en nuestro planeta han empezado a pasar cosas muy extrañas, ¿no creéis? Y los políticos más poderosos del mundo empiezan a parecerme extravagantes y siniestros...

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